La destilación es una técnica de separación basada en los diferentes puntos de ebullición de los componentes de una mezcla homogénea y que consiste en hacer hervir la disolución y condensar los vapores producidos mediante un montaje semejante al de la figura de abajo.
En este caso hemos utilizado vino tinto. El vino es una mezcla muy compleja ya que contiene agua, etanol, azúcares, ácidos orgánicos, pigmentos (que le dan color) y otros ingredientes. Los componentes volátiles (que se convierten fácilmente en vapores o gases) que se encuentran en mayor cantidad en el vino son agua y etanol, cuyos puntos de ebullición son, respectivamente, 100,0°C y 78,3°C. Gracias a esos puntos de ebullición podemos destilar y extraer gran parte del etanol, alcohol del vino.
Básicamente hemos seguido los pasos de la imagen anterior, comentar que el punto de ebullición del etanol ha sido en los 81ºC y el punto de calor latente en 91ªC. Cuando ha llegado a los 95-97ºC hemos finalizado la destilación por tal de tener la fiabilidad que todo lo destilado era etanol, ya que el agua su punto de ebullición es 100ºC.
A continuación os mostramos dos imágenes, la primera mientras esperábamos que subiera la temperatura del vino, y la segunda de la comprobación de que todo lo destilado era etanol, para ello lo único que hemos realizado es aproximar una la llama del mechero y ver si ardía, es resultado se puede comprobar en la foto.
Personalmente, ha sido un experimento curioso por los cambios de estado que se producen, al igual que por ver si lo destilamos bien o no. Estamos convencido que si lo realizáramos en las aulas de primaria los alumnos quedaría alucinado con este y con otros experimentos, ya que actualmente en las aulas faltan experimentos de laboratorio.
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