Otro de los temas
tratados durante la sesión de hoy, La Restauración y el fin de la Monarquía.
Resumen del contenido y
contexto del video que podréis ver al final de la entrada.
El
29 de diciembre de 1874, en las cercanías de Sagunto (Valencia), el general
Martínez Campos, ante una brigada del Ejército, proclamó rey de España al
príncipe Alfonso de Borbón. Al éxito del golpe contribuyó la aceptación pasiva
por parte de la gran mayoría del Ejército y el escaso apoyo civil que encontró
el gobierno presidido por Sagasta.
La restauración de los
Borbones en el trono de España iniciaba una nueva época, etapa que, aun con más
luces que sombras, constituye el sistema más estable y duradero de la historia
contemporánea de España. Alfonso XII gobierna entre 1874 y 1885; entre esta
fecha y 1902, le sigue la regencia de María Cristina de Austria. Alfonso XIII,
hijo de ambos, reinará entre 1902 y 1931, cuando finaliza el periodo con la proclamación
de la II República.
La Restauración tuvo a
su principal figura en Cánovas del Castillo. Excelente orador, su objetivo fue
crear un gobierno parlamentario estable en España. Su ideal era el sistema
bipartidista inglés, por lo que, en adelante, los conservadores de Cánovas y
los liberales de Sagasta se turnarán en el poder. De esta forma, una mayoría
gobernará tanto tiempo como le sea posible, cediendo después el puesto a su
rival.
El sistema liberal
propio de la Restauración hubo de enfrentarse a graves enemigos, tanto internos
como externos. Entre los primeros, su propia dinámica de pactos falseaba la
utilidad de las elecciones, pues el voto estaba controlado por los caciques,
con lo que el sistema parlamentario era pura fachada. El cada vez más corrupto
y desacreditado sistema engendró antipatía entre las masas de la gente. La
respuesta fue la orientación masiva hacia movimientos políticos radicales, como
el separatismo, el socialismo o el anarquismo.
Especialmente
reivindicativo fue el movimiento proletario. Las duras jornadas de trabajo de campesinos
y obreros, con jornadas de hasta 14 horas y salarios de miseria, favorecen el
surgimiento del movimiento obrero español. La agitación social alcanzó su punto
culminante en 1919. Las huelgas se sucedieron, siendo cada vez más radicales y
violentas. Frente a esta violencia, la patronal reaccionó creando su propio
pistolerismo. El resultado fue catastrófico, radicalizando aun más el
conflicto.
En próximos días también podréis encontrar pequeños documentales, resúmenes de los tratado en clase.
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